Exdirector ejecutivo, socio y reclutador de Abercrombie & Fitch arrestado por acusaciones de tráfico sexual y prostitución interestatal – Abogados de demandas por tráfico sexual

El exdirector ejecutivo de Abercrombie & Fitch, Mike Jeffries, su socio Matthew Smith y su reclutador James Jacobson han sido arrestados y enfrentan cargos por tráfico sexual y prostitución interestatal. Además, los tres hombres y Abercrombie & Fitch han sido nombrados como acusados en una demanda presentada por las víctimas.

Sobre la situación

Según los fiscales federales, el exdirector ejecutivo Mike Jeffries (80), su socio Matthew Smith (61) y un intermediario que les hacía de reclutador, James Jacobson (71), formaban parte de una elaborada red de tráfico sexual y prostitución. Según se informa, abusaron de más de una docena de jóvenes aspirantes a modelos masculinos, el más joven de los cuales tenía 19 años. Los abusos ocurrieron durante casi una década, de 2008 a 2015.

Se dice que Jeffries abusó de su “poder, riqueza e… influencia” para traficar con hombres jóvenes para su propio placer sexual durante esa época. Jacobson era el reclutador; atraía a las víctimas (empleadas de tiendas y modelos) a “fiestas sexuales” por todo el mundo. Al parecer, el trío les prometía a sus víctimas carreras como modelos.

Supuestamente, Jacobson seleccionaba a “posibles candidatos” y les exigía que tuvieran un “encuentro sexual o una prueba” con él. Luego, enviaban a esos jóvenes a Smith, quien luego “aprobaba” a los candidatos. Durante ese tiempo, las víctimas sufrían “la inserción de grandes juguetes sexuales en el ano” y “enemas de alta presión administrados insertando una manguera en el ano”.

Las víctimas fueron obligadas a tomar drogas y usar lubricantes; a algunas se les administraron inyecciones para inducir la erección. Jeffries y Smith se administraron estas inyecciones ellos mismos y también ordenaron a otros que se las inyectaran; esto era “con el propósito de hacer que los hombres participaran en actos sexuales en los que de otra manera serían físicamente incapaces o no estarían dispuestos” a participar. Estas inyecciones esencialmente permitieron que tanto Jeffries como Smith “satisficieran sus propios deseos sexuales” al hacer que los hombres se sometieran a ellas. Estas inyecciones resultaron en reacciones físicas dolorosas que generalmente duraban horas.

Las víctimas eran obligadas a usar disfraces y juguetes sexuales. Jeffries y los demás afeitaban personalmente los genitales de las víctimas en el período previo a las “fiestas sexuales” y otros “eventos sexuales”. Estos eventos generalmente se celebraban en las lujosas casas de Jeffries en Watermill y Manhattan. Sin embargo, algunas víctimas eran enviadas en jets a hoteles en todo el mundo (incluidos Francia, el Reino Unido, Italia, Marruecos y San Bartolomé) o a un “crucero internacional de lujo” donde eran atacadas sexualmente.

Al menos dos víctimas masculinas han contado a las autoridades que fueron sometidas a sexo anal sin su consentimiento en la casa de Jeffries en los Hamptons. Estos hombres afirmaron que Jeffries les sujetaba la cabeza y los obligaba a tomar drogas antes de los actos sexuales.

Esto no fue solo una conducta sexual inapropiada al azar hacia modelos y empleados. Jeffries y sus asociados operaban una extensa red dirigida a individuos vulnerables que buscaban oportunidades para convertirse en modelos o mejorar sus carreras. Jeffries y Smith supuestamente gastaron millones en crear la infraestructura que respaldaba su operación. Pagaron a un personal secreto para que organizara sus "eventos sexuales". Este personal estaba a cargo de reservar los viajes nacionales e internacionales para las víctimas. El trío también tenía una empresa de seguridad de servicio completo que supervisaba los acuerdos de confidencialidad, realizaba verificaciones de antecedentes, vigilaba a los testigos y más.

Según los fiscales, los cargos que enfrentan Jeffries, Smith y Jacobson están relacionados con 15 “John Doe”, aunque hay muchas otras víctimas.